
Esta imagen captura la majestuosa silueta del Castillo de Aracena iluminada al atardecer, mientras las luces de las casas del pueblo comienzan a brillar en la quietud de la noche. El cielo teñido de tonos cálidos y violetas añade un toque mágico que realza la belleza histórica y natural del lugar. Una estampa que refleja la esencia de la Sierra de Aracena y sus contrastes entre historia, arquitectura y naturaleza.